Hace un tiempo describir una ciudad como resiliente probablemente nos llevaba a pensar en Londres durante el Blitz, la ciudad de Nueva York tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 o casos similares de ciudades soportando tragedias con valor y determinación. Aún puede significar eso por supuesto, pero la resiliencia también ha adquirido un significado diferente, uno relacionado con la habilidad de la ciudad a sobrevivir desastres naturales cada vez más comunes.
Ciudades Resilientes explora las características de las ciudades que cumplen con estos nuevos criterios. Los autores postulan que una ciudad resiliente invierte en energía renovable y distribuida, está diseñada para la máxima movilidad, está preparada para desastres innumerables y se centra en la salud de sus residentes, entre otras características. Teniendo cada uno de estos temas a su vez, los autores, dos de ellos profesores de sostenibilidad, examinan las estrategias más eficaces para el logro de estos objetivos. En definitiva se relacionan con cada estrategia, directa o indirectamente, a reducir la dependencia en combustibles fósiles, una idea que constituye el tema central del libro.
Esta es la segunda edición de Ciudades Resilientes, el primero fue publicado en 2009 con un subtítulo diferente: Respondiendo al cambio climático y el Peak Oil. Totalmente revisado y actualizado a los cambios significativos en los años transcurridos, el libro llega en un momento en el que la "resiliencia" se ha convertido en una consigna urbana y grito de todas las naciones.