Las aguas residuales son ya grandes aliadas para localizar de manera temprana posibles nuevos brotes de coronavirus, así como para observar la evolución de esta enfermedad que a día de hoy sigue sin contar con tratamientos eficaces que mitiguen su incidencia entre la población.
La detección de fracciones de ARN del Sars-Cov-2 en las aguas residuales sirve para revelar la presencia del coronavirus en una localidad concreta y así poder lanzar “una alerta temprana”.
Se trata de “un buen método para localizar en una población casos de coronavirus que en un primer momento no se conocen porque las personas todavía no han presentado síntomas”, lo que supone una ayuda teniendo en cuenta que las últimas estimaciones oficiales “cifran en torno al 40%” el porcentaje de ciudadanos contagiados que son asintomáticos.
En ese mismo sentido, el sistema de saneamiento y gestión de las aguas fecales durante la crisis sanitaria es capaz de registrar la evolución de la enfermedad y de confirmar si las medidas que se están tomando para combatirla son “adecuadas”.
Aguas residuales: en búsqueda del coronavirus
Socamex; división del Grupo Urbaser (uno de los líderes mundiales en gestión medioambiental) dedicada desde hace más de 30 años a la gestión integral del ciclo del agua; analiza muestras congeladas de agua residual sin tratar, de períodos de tiempo previos y posteriores al pasado mes de marzo, cuando se declaró el estado de alarma.
Estos residuos se someten a un proceso de concentración porque están muy diluidos y se les aplica un detector PCR con el que se verifica la presencia de tres tipos de secuencias de ARN del virus, lo que permite detectar la probabilidad de carga vírica. Estas fracciones de coronavirus no son infecciosas, por lo que es “un método seguro” para los investigadores.
Será difícil establecer una correlación entre el número de infectados y la concentración en agua del coronavirus, aunque se reconoce que es uno de los objetivos principales de la colaboración multidisciplinar de Socamex con el organismo JRC Joint Research Center-WATERLAB de la Comisión Europea, inmerso en el muestreo de noventa depuradoras a nivel europeo.
En el ámbito de España, el Ministerio de Sanidad continúa con una plataforma nacida de forma reciente para incorporar los datos de los análisis que realizan varias empresas en treinta municipios españoles, al objeto de tener “un control más exhaustivo” de la situación.
Salud de la población
El cuidado y mantenimiento de estos sistemas de saneamiento permiten mantener una buena calidad sanitaria de las ciudades y ello ha quedado demostrado en la crisis del coronavirus al certificar el grado de salud de la población, lo que debería servir para que la gestión de aguas recibiera más reconocimiento social y un valor mucho más alto del que tiene en la actualidad.
Proteger el sistema de saneamiento es proteger la salud de la población, nosotros somos parte también del medio ambiente que hay que cuidar.
Fuente: Natalia Molina Íñigo (EFE VERDE)
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