Los humanos y las hormigas se encuentran entre las pocas especies que participan en el tráfico en ambos sentidos. Mantener un flujo de tráfico suave y eficiente mientras se evitan colisiones es un desafío para los humanos. Sin embargo, las hormigas parecen ser dueños de la gestión del tráfico. Pueden moverse eficientemente de un lado a otro entre sus nidos y alimentos sin adelantarse o cruzarse, formando un flujo constante de tráfico.
Poissonnier, Motsch et al. han diseñado un experimento para investigar si las hormigas pueden mantener su flujo constante de tráfico cuando su camino hacia la comida se llena más. Esto implicó manipular la densidad de las hormigas usando una combinación de colonias de diferentes tamaños (que van desde 400 a 25,600 hormigas argentinas) y cambiar el ancho del puente que conecta las hormigas con su fuente de alimento. El experimento se repitió 170 veces y se recopilaron datos sobre el flujo del tráfico, la velocidad de las hormigas y el número de colisiones.
Para los peatones y el tráfico de automóviles, el flujo de movimiento se reducirá si los niveles de ocupación superan el 40%. Mientras que en las hormigas, el flujo del tráfico no mostró signos de disminución, incluso cuando la ocupación del puente alcanzó el 80%. Los experimentos revelaron que las hormigas hacen esto ajustando su comportamiento a sus circunstancias. Se aceleran a densidades intermedias, evitan colisiones a grandes densidades y evitan entrar en senderos superpoblados.
Fuente: E Life Sciences
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